Consiste en alternar periodos de máxima intensidad con descansos, es decir, pasar de un estado de máximo esfuerzo (cerca del 100%, con la finalidad de conseguir un mayor efecto térmico residual) a un estado de recuperación total.
A continuación, te dejamos unas pautas para que puedas hacerlo correctamente y cuáles son los ejercicios más útiles que puedes incluir en tu entrenamiento.
Duración: desde 15 segundos hasta 1 minuto de duración por repetición, con una duración total de sesión de no más de 35 – 40 minutos.
Número de sesiones: entre 2 y 3 sesiones a la semana con un tiempo de descanso entre sesiones de 48 – 72 horas.
Número de series y repeticiones: dependerán del tipo de ejercicio que se vaya a realizar y del tiempo que le queramos dedicar.
Descanso: desde 1 minuto hasta 3 minutos de recuperación. Es conveniente que el descanso no sea inactivo. Es preferible caminar a sentarse.
Intensidad: la máxima posible en cada repetición de la actividad.
Tipos de ejercicio: elíptica, sprints en carrera, bicicleta, subir y bajar escaleras, trabajo en colchonetas (abdominales, flexiones, fondos de brazos, sentadillas, etc.), ejercicios de fuerza por parejas, saltar a la comba, etc...
HIIT. ENTRENAMIENTO INTERVÁLICO DE ALTA INTENSIDAD |